Bach, el más destacable creador de siempre, está al lado de Mozart y Beethoven. Beethoven es el segundo y Mozart el tercero, según los especialistas en música tradicional entrevistados por ’20 minutos’. «Un muy, muy grande genio».
El 7 de mayo de 1824, en Viena -Austria, se vivía con expectación lo que sería la primera aparición pública de Ludwig van Beethoven tras 12 años. La razón era realmente simple: su Sinfonía N.º 9 en re menor, op. 125, famosa internacionalmente como la Novena, se interpretó en el Teatro Imperial. Si bien toda Viena sabía que Beethoven, reconocido como el mucho más grande de los músicos, se encontraba absolutamente satisfecho.
El público que asistió a la salón contempló con reverencia de qué manera se ponía tras el Directivo de Orquesta y proseguía el estreno en una imitación de la partitura, imaginando en su cabeza lo que el resto escuchaban. Más allá de que se sabe que los músicos del nivel de Beethoven no precisan oír los sonidos físicamente, los tienen en la cabeza.
Wolfgang Amadeus Mozart:
Mozart nació el 27 de enero de 1756 en Salzburgo, Austria. Fue un niño muy joven, que escribió su primera parte a los 5 años, y se transformó en músico a los 17 años. Él compuso sus mucho más enormes proyectos en Viena, donde pasó la mayoría de su historia adulta.
Fue entre los músicos mucho más populares de su tiempo y asimismo entre los mucho más polivalentes, construyendo música de distintas géneros, desde el tradicional hasta sinfonías, recitales y óperas. Aparte de su talento natural, asimismo aprendió del resto músicos.
¿Qué relación tuvo Beethoven con Haydn?
Franz Joseph Haydn (1732-1809) ahora era un afamado y respetado compositor en el momento en que se transformó en el primer profesor de composición de Beethoven en Viena. Sus clases duraron desde 1792 hasta 1794, año en que Haydn regresó a Londres.
¿Quién es Amadeus Mozart?
Robert Schumann (1810-
Schumann, correspondiente a una familia de clase media con un padre novelista, quedó fascinado por los libros y la música. Tomó clases particulares de piano, pero fue en buena medida autodidacta, construyendo música por su cuenta. Tras la desaparición de su padre a los 16 años, dejó la música para estudiar derecho. Pero acabó dejándolo todo para ocuparse a eso que verdaderamente le maravillaba.
En el momento en que se lesionó un dedo abandonó la carrera de pianista para crear música: un total de 38 canciones. De entre sus proyectos de música tradicional indispensables sobresalen extraordinariamente las compilaciones de canciones líricas o mucho más bien llamadas lieds. Las que son Liederkreis (con contenidos escritos de los versistas alemanes Heinrich Heine y Joseph Eichendorff), de Amor y vida de mujer (con el artículo de Adelbert von Chamisso) y Los amores del poeta (con contenidos escritos de Heinrich Heine).